La ONU propone un cambio de dieta para salvar el planeta

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El jueves día 8 de agosto de 2019 la ONU ha lanzado un anuncio de importancia vital para la salud de nuestro planeta. El informe emitido es el producto de cinco días de reuniones, en las que un grupo intergubernamental de 107  personas expertas procedentes de 52 países del IPCC (de la ONU) ha concluido que es necesario un cambio de dieta y de modelo productivo para evitar el calentamiento global, la deforestación, la desertización y el despilfarro de recursos naturales y comida.

Entre otras advertencias, la ONU ha concluído que para evitar que la Tierra se caliente más de dos grados, será necesaria la reducción del consumo de carne y cambios en el sistema productivo. Entre otras lacras, señala al desgaste del medio que lleva a la progresiva desertización, producida mayoritariamente por el mal uso del suelo: las dietas cárnicas utilizan un mayor número de recursos y producen una cantidad de desperdicios y residuos que provocan un impacto muy negativo en el medio, como grandes emisiones de c02 y un gran consumo de agua por kilo de comida. Por ello subraya la necesidad de una alimentación más vegetal para así evitar el derroche de comida que se desecha diariamente, recomendando, entre otras medidas, una dieta que consideran «ideal» que implicaría reducir el consumo de carne y azúcares y doblar el consumo de verduras, frutas, legumbres y frutos secos. Sin embargo, señalan la importancia de las emisiones porque, si bien es cierto que para conseguir alimentos vegetales se produce un impacto medioambiental menor que para producir carne, curiosamente ciertas producciones extensivas de vegetales provocan un menor perjuicio del planeta que algunos cultivos biológicos.

 

En concreto, la comisión EAT- Lancet encargada de este informe, ha indicado las cantidades diarias recomendadas y orientativas para lo que consideran una alimentación saludable, equilibrada y eco-friendly para evitar la destrucción del medioambiente:

  • 200 gramos de fruta(s)
  • 300 gramos de verdura(s)
  • 250 gramos de productos lácteo(s)
  • 232 gramos de cereale(s)
  • 209 de proteína(s)
  • 50 de grasa(s)
  • 31 de azúcar(es)

 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya anunció en 2014 que las carnes rojas (carne de mamíferos) y las carnes procesadas son carcinógenas, esto es, cancerígenas, y este anuncio ha supuesto un paso más hacia el reconocimiento de que el consumo actual de carne en determinadas regiones de muestro planeta es excesivo, hasta 7 veces mayor de la cantidad recomendada. Como se sabe, este consumo elevado conlleva, además de un daño ambiental, una larga lista de enfermedades para el ser humano como el colesterol, la obesidad, las muertes prematuras por infartos, además de las intoxicaciones alimentarias y, sobre todo, el cáncer, cuya cifra de muertos se sitúa aproximadamente en un millón de personas al año.

Por ello este anuncio de la ONU ha sido apoyado por la OMS, que compara esta nueva alimentación con la típica del Mediterráneo durante los años 60, aunque lo consideran un cambio complicado debido a los hábitos alimentarios actuales.

Sin embargo, esta parece ser la única solución al problema ecológico y medioambiental que el ser humano ha creado y debe solucionar. Aunque la OMS no está en contra del consumo de carne, los nuevos acontecimientos parecen dar la razón a quienes piensan que la alimentación 100% vegetal, adoptada por un mayor número de personas cada día, es una solución saludable, ética y beneficiosa para el planeta.