Esta semana el gobierno de Australia ha propuesto, mediante el Primer Ministro del país, el liberal-conservador Scott Morrison, la penalización de algunas de las acciones que los grupos que luchan por los derechos de los animales llevan a cabo en el territorio australiano.
Esta propuesta de ley es una contundente respuesta a las acciones que llevaron a cabo diversos grupos de activistas en favor de los derechos animales esta misma semana en tres Estados de Australia. De entre todos los hechos que han transcendido, como la entrada de activistas en mataderos y granjas con el fin de paralizar su actividad, y el corte del tráfico por un centenar de personas en la ciudad de Melbourne, el hecho que más ha indignado al gobierno australiano ha sido la publicación por parte del grupo activista AussieFarms de un mapa online interactivo de negocios en los que se explotan animales. En dicho mapa se incluye la localización geográfica exacta de granjas, zoológicos y lugares destinados a la celebración de carreras de caballos.
Esta acción tenía la intención de promocionar el documental Dominion, que busca la prohibición de los mataderos. La polémica se ha desatado porque para la creación de este documental se han utilizado cámaras ocultas y drones para obtener imágenes de lo que sucede en el interior de los mataderos y de las unidades de engorde de ganado.
Ante esta invasión de la propiedad privada, el Primer Ministro, durante a una visita al Estado de Tasmania, se centró en resaltar que estas acciones atacan a la intimidad de las personas: «Cuando se utiliza información personal y las direcciones de hogares, no solo se trata de sus granjas, es donde sus hijos viven y crecen«. Además, añadió que dichas reivindicaciones dañan a los ciudadanos: «Están siendo puestos en la diana de la manera más mercenaria posible por una organización que solo piensa por ella misma y no en el daño real que está haciendo a la vida de los australianos que trabajan duro«.
La nueva ley pretende que, quien incite a este tipo de acciones reivindicativas, revelando las direcciones de negocios en los que se explotan animales, se enfrente a penas de hasta un año de prisión. Con esta medida, el Partido Liberal trata de convencer a los votantes rurales, en vista de que se acercan las elecciones, en el próximo mes de mayo. Según los sondeos, el partido de Scott Morrison sufriría una derrota debido a la intención de estos votantes de depositar su confianza en otros partidos con una política más dura ante este tipo de acciones y, en consecuencia, más acorde a sus intereses económicos.
Respecto a la intención manifiesta del gobierno australiano de castigar este tipo de acciones con penas de cárcel, Hugh de Kretser, director ejecutivo del Centro legal de Derechos Humanos ha declarado que «Ya existe un conjunto de poderes a disposición de la policía para hacer frente a la entrada ilegal y la obstrucción del tráfico«. También añadió que estos intentos interfieren en la libertad de protesta de los ciudadanos: «Cualquier intento de limitar aún más los derechos de protesta debe examinarse con mucho cuidado para asegurarse de que cualquier sanción no sea excesiva ni desproporcionada con la conducta que intentan evitar».
Chris Delforce, el director del documental Dominion, ha manifestado que prefiere ser encerrado en prisión antes que ceder y cerrar la web del grupo de defensa de los derechos de los animales, afirmando que lo único que están haciendo es «mostrar lo que sucede en este tipo de industrias». Finalmente, reiteró la importancia de lo que pretende denunciar con su trabajo: «Lo que me pase a mí no se puede comparar con lo que está sucediendo con los animales«.